[Igualdad laboral] Más allá de los roles y funciones
El 8 de marzo se conmemora el día internacional de la mujer, el cual recuerda la presencia, el trabajo y rol de la mujer alrededor del mundo. Esta es una celebración que traspasa fronteras y se celebra mundialmente luchando por más de noventa años con la intención de formar un equipo igualitario en oportunidades entre hombres y mujeres tratando de alcanzar la justicia, la paz y el desarrollo pleno.
Tratemos de ver las cosas desde otra perspectiva. Más que una igualdad total entre géneros, citando al psiquiatra y analista suizo Alfred Jung todos poseemos dentro de nosotros una parte femenina y masculina que viven tratando de encontrar el equilibrio. Sin importar si somos hombre o mujer, esa dualidad está presente en cada uno de nosotros desde el inicio de nuestra vida.
Lo femenino o “anima” como lo llama Jung es representado por el cuidado, las atenciones, lo receptivo, nutrición y espiritualidad todo el rol femenino.
Lo masculino o “animus” representa las reglas, el control, la actividad, las cuentas económicas e independencia, todo el rol masculino.
Como toda polaridad, es mejor llevarla a cabo equilibradamente, si nuestra balanza se inclina hacia una personalidad invadida de animus nos perderemos de la experiencia de conectar con una parte sensibles de nosotros mismos. De la misma manera si vivimos en el mundo de lo femenino nos perderemos sin control y estructura que da orden a nuestro día a día.
Bajo esta ideóloga quiero aterrizar en el concepto de que no existe competencia, siempre y cuando entendamos que ambos: hombres y mujeres gestamos dentro de nosotros esa dualidad femenina y masculina, que de estar adecuadamente equilibrada no genera competencia ni rivalidad. Mas bien queda en un entendimiento de completud y harmonía que poco tiene que ver con el otro y tiene todo que ver con uno mismo.
En un mundo ideal esta lucha por la igualdad profesional frenaría al ser más conscientes de nuestra naturaleza dual, en preocuparnos por atender internamente estas fuerzas y dejando que el mundo de afuera sea un reflejo de lo que llevamos dentro. ¿Utópico? Quizás no, a la medida que respetemos el género opuesto y entendamos que no hay lucha externa, la lucha es interna para lograr nuestro propio equilibrio.
Así que este 8 de marzo que alude a la mujer date tiempo para reconocer estas partes sensibles, nutricias y femeninas que habitan en ti sin importar el género. Busca tu propia igualdad interna.