Procrastinación
Esta palabra quizás te suene nueva o te identifiques con ella. En primer lugar, vamos a conocer exactamente lo que significa el término.
Procrastinación
Esta palabra proviene del latín: pro, adelante, y crastinus, referente al futuro, postergación o posposición. Por tanto, es la acción o el hábito de postergar actividades o situaciones que deben atenderse, sustituyendolas por otras situaciones más irrelevantes o agradables.
Ahora, ¿Te resulta conocido? Es ese momento, cuestión de segundos, donde eliges ponerte las pilas para estudiar para tu examen o quedarte un tiempo más en redes sociales, o que tal esos 5 minutos más en la cama que se convirtieron en 20 y ya perdiste la oportunidad de ejercitarte o prepárate el desayuno. Como estos muchos ejemplos en los que postergas actividades importantes por acciones superfluas que al final solo te llevan a realizar tus entregas finales con menor calidad y más estrés.
Esa situación puede estar presente en diferentes áreas de tu vida impidiendo que disfrutes realmente los momentos sin estrés, con mayor organización y atención plena en lo que realices para obtener mejor resultados.
Ocasionalmente es algo normal sufrir procrastinación, pero hay personas especialistas en postergar, son aquellas que se comportan así de manera continuada porque de alguna forma creen que el día de mañana será más adecuado para llevar a cabo una o varias tareas que tienen pendientes. Pero en realidad la procrastinación es un problema de mala regulación y pésima organización del tiempo. Quien pospone o procrastina lo que está realizando en el fondo es una conducta claramente evasiva.
Todo esto provoca en el procrastinador una sensación de caos, de no poder llegar a todo y de frustración, debido a la acumulación de tareas pendientes. También produce sentimientos de insatisfacción, inseguridad, inferioridad y estancamiento. Como consecuencia, además, se termina perdiendo la confianza y el respeto de los demás.
Aunque al parecer las personas que dicen que no tienen tiempo, extrañamente no lo tienen. Pero no nos engañemos, no dicen que no tienen tiempo porque no lo tengan realmente, sino que es exactamente lo opuesto: No tienen tiempo, porque siempre dicen que no lo tienen.
Como casi todo en esta vida, la mente juega un papel crucial en el desempeño y alcance de nuestro verdadero potencial. Gracias a la mente logramos o dejamos de lograr nuestros sueños y deseos. Si no fuese por nuestra predisposición (ya sea positiva o negativa) sería muy fácil decir que el éxito consiste simplemente en tomar acción.
Existen varias formas y sistemas que nos pueden ayudar a dejar de procrastinar, pero he seleccionado la Regla de 2 minutos, de James Clear.
Si toma menos de dos minutos, entonces hazlo ahora:
Esta parte surge del libro bestseller de David Allen “Getting Things Done”. Es sorprendente cuántas cosas que postergamos podríamos hacerlas en dos minutos o menos. Por ejemplo, lavar los platos después de comer, meter la ropa en la lavadora, sacar la basura, quitar la basura del escritorio, enviar un email, entre otras. Si una tarea requiere de menos de dos minutos, entonces sigue la regla y hazlo ahora mismo.
Cuando inicies un nuevo hábito, éste debe tomar menos de dos minutos en hacerse:
¿Todas nuestras metas pueden alcanzarse en menos de dos minuto? Claramente no. Pero todas las metas pueden iniciar en dos minutos o menos. Y ése es el propósito detrás de esta regla. Podríamos pensar que esta estrategia es demasiado básica como para lograr nuestras metas de vida, pero no. Funciona para cualquier objetivo por una simple razón: la física de la vida real.
Beneficios de la regla de los 2 minutos
- La ‘Regla de 2 minutos’ funciona para las grandes metas al igual que para las pequeñas debido a la inercia de la vida. Una vez que empezamos a hacer algo, es más fácil continuar haciéndolo.
- la ‘Regla de 2 minutos’ porque adoptamos la idea de que todas las cosas buenas ocurren una vez que las iniciamos.
¿Quieres convertirte en un mejor escritor? Sólo escribe un párrafo
¿Quieres crearte el hábito de la lectura? Sólo lee la primera página de un nuevo libro y antes de que te des cuenta habrás leído los primeros tres capítulos.
La parte más importante de un nuevo hábito es iniciar –no sólo la primera vez, sino cada vez-. No se trata del desempeño; sino de consistentemente tomar acción. De muchas maneras, iniciar es más importante que triunfar. Esto es especialmente cierto en el comienzo porque habrá mucho tiempo para mejorar tu desempeño en el futuro.
La ‘Regla de 2 minutos’ no se trata de los resultados que quieres alcanzar, sino del proceso de realmente hacer el trabajo. Esto funciona mejor en las personas que creen que el sistema es más importante que el objetivo. El enfoque está en actuar y en dejar que las cosas fluyan a partir de ello.
En menos de que te des cuenta ya estarás saliendo….
En CORE COMPETENT te invitamos a que dejes de procrastinar tu futuro y tomes acción para conocer tus fortalezas y áreas de oportunidad con el fin de crear tus estrategias lo antes posible y colocarte en la delantera en el competido mundo laboral.
Autor: Psic. Flor de María Torres Villalvazo.